El Cóndor una de las 5 aves más grandes del Mundo
En estado adulto ambos sexos presentan un patrón regular de coloración del plumaje, el cual es negro, con la superficie dorsal de las secundarias y coberteras secundarias parcialmente blancas y un collar de plumas blancas en el cuello. Puede llegar a medir 1,4 m y tener una envergadura de 3,3 metros con las alas desplegadas. El macho posee una cresta sobre la cabeza y pesa entre 11 y 15 kg, mientras la hembra carece de cresta, pesa entre 8 y 11 kg.
Es una especie con un amplio rango de movimiento. En la Patagonia, para cinco individuos se determinó un rango de desplazamiento de 600 km en el eje N-S y 100 km en el eje E-O, incluyendo las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut (Jácome & Lambertucci 2000, Astore 2001, Sestelo 2003). En un día, uno de estos individuos se desplazó 200 km lineales (Lambertucci 2007). En Chile central, para un macho y una hembra adultos, se determinó 66.624 km2 para el macho, con el 51% de la superficie en la vertiente occidental de los Andes (Chile) y 49% en la vertiente oriental (Argentina). La hembra cubrió un ámbito de hogar de 14.169 km2, con 69% de la superficie en la vertiente occidental (Chile) y 31% en la vertiente oriental (Argentina, Pavez 2014). Además, en Chile central tienden a ocupar áreas más elevadas y a ampliar su rango de movimiento durante la veranada (octubre a marzo) y ocupar áreas más bajas en invernada (abril a septiembre) (Pavez 2014).
Se alimenta principalmente de carroña de vertebrados de talla media a grande (Wallace & Temple 1988). Antiguamente dependía de los camélidos silvestres distribuidos en la mayor parte de la Cordillera de los Andes, pero actualmente su dieta deriva principalmente del ganado doméstico (Pavez, 2004, Lambertucci et al. 2009, Ballejo et al. 2017). Se señala que el cóndor se beneficiaría de la interacción predatoria puma-camélidos como fuente segura de alimento (Perrig et al. 2016). Lambertucci et al. (2018), mediante estudios isotópicos, revelan un intenso uso histórico de recursos marinos por parte de los cóndores en Patagonia (Chile y Argentina), el que habría cambiado en el último tiempo al predominio de uso de recurso terrestres, probablemente por el colapso de las fuentes de alimentación en la costa del sur de Chile. Además, se describe el uso de basurales y rellenos sanitarios como fuente de alimento en Chile central, especialmente en invierno (Tala & Pavez 1995, Pavez 2001, 2011).
El cóndor es monógamo y establece parejas de por vida, ubicando sus nidos en cuevas de acantilados (Pavez & Tala 1995, Ferguson-Lees & Christie, 2001, Lambertucci & Mastrantuoni 2008, Lambertucci et al. 2008). La tasa reproductiva es muy baja, a lo que contribuye: 1) un largo período de interacción de la pareja previo a la puesta (8-9 meses), incluyendo cortejos, cópulas y búsqueda de sitio de nidificación.
Fuera de su territorio de reproducción, durante sus vuelos de forrajeo, los cóndores se congregan en dormideros comunales denominados condoreras o buitreras, ubicados en roqueríos con oquedades y repisas para percharse y son utilizados como refugio, para descanso diurno.
El cóndor andino se distribuye desde Venezuela hasta el extremo sur de Chile en el Cabo de Hornos, asociado a la Cordillera de los Andes.
En Chile ocupa todo el territorio incluidos, además de la Cordillera de los Andes, acantilados costeros del norte del país, cordillera de la costa (zona central), la zona costera de fiordos y la estepa patagónica en el extremo sur (Kusch 2006).
Aunque el cóndor se describe ampliamente distribuido en Sudamérica, existen signos de retracción en sus poblaciones (McGahan 1972, Ferguson-Lees & Christie 2001). De forma natural la tasa de mortalidad es extremadamente baja, la que alcanzaría en Perú un 6% en los adultos, 10% en los juveniles independientes, 24% en los juveniles menores de un año (Temple & Wallace 1989), y que sería extrapolable el resto de su rango de distribución (Lambertucci 2007).
Globalmente, su población se considera en decrecimiento (IUCN 2017). En el extremo norte de su rango de distribución global sus poblaciones han sido críticamente reducidas en tanto que en su rango sur de distribución (Chile y Argentina), se considera saludable, pero con signos de retracción (Lambertucci 2007, IUCN 2017). En Chile su población se habría reducido por caza (por su supuesto daño al ganado) y por declinación de sus fuentes de alimento, excepto en el extremo sur donde su población sería estable (Jaksic & Jiménez 1986). En la Región Metropolitana su población estaría en declinación por pérdida de hábitat, caza y reducción de sus fuentes de alimentación (Jaksic et al. 2001).
La frecuencia de avistamiento de cóndores es mayor en rangos de entre 1.000 y 2.000 m s.n.m. Gran parte de Chile es adecuado como hábitat para el cóndor, siendo las áreas con presencia de riscos y altas pendientes, media altitud, nieves y glaciares, y vegetación rala, las que concentran mayor presencia de cóndores.
El cóndor es una especie muy sensible a factores de amenaza de origen humano que aumenten la tasa de mortalidad natural, ello debido a sus características de historia natural, como son su extrema longevidad, muy baja tasa reproductiva, madurez sexual tardía, dependencia de una alta tasa de supervivencia, comportamiento gregario en buitreras y durante la alimentación (Lambertucci, 2007, Lambertucci et al. 2009).
En Chile el cóndor se ha clasificado como Vulnerable (Glade 1988, Rottmann & López-Calleja, 1992), Inadecuadamente conocido (Estades 2001) y en el extremo sur se señala como Fuera de peligro (Venegas & Sielfeld 1998) y en estado Desconocido (Jaksic et al. 2002). El reglamento de la ley de caza de Chile lo clasifica como Vulnerable desde el extremo norte a la Región del Maule, Rara desde la Región del Biobío a la de Los Lagos, y Fuera de Peligro en Aysén y Magallanes (MINAGRI 1998). Estaría en declinación en Chile (Jaksic & Jiménez 1986) y en la Región Metropolitana (Jaksic et al. 2001). Para promover su conservación, ha sido declarado monumento natural (República de Chile 2006).
Fuente (mma.gob.cl)
Créditos:
Imágenes IV edición libro Los ojos del Cóndor.
Cóndor: Facundo Vital.